Ya hace unos días que tenemos el frío aquí y el cuerpo nos pide una sopa. Hoy os traemos una sopa muy humilde y tradicional, conocida también como sopa castellana. He utilizado 4 rebanadas grandes de pan que tenga una buena miga. En la receta original los dientes de ajo se laminan, nosotros una vez dorados los retiramos y chafamos para incorporarlos de nuevo a la sopa. Esto a gusto de cada casa.
El aceite de albahaca es un aceite aromático, muy fácil y rápido de preparar. En esta ocasión lo hemos utilizado para aliñar una ensalada de tomate, pero también lo podemos utilizar en una receta con pasta por ejemplo. Una vez triturado el aceite con la albahaca lo podemos guardar en un tarro de cristal o directamente en un biberón de cocina, así lo podremos utilizar fácilmente.
Esta sencilla salsa casera es una receta que nos dará un toque fresquito a nuestro Kebab, pero nos puede servir para aliñar ensaladas, unas verduras o carnes a la plancha. El comino es opcional, nosotros lo ponemos cuando vamos a utilizar la salsa para el kebab casero, eso a vuestro gusto, sin comino está buena igual. En esta receta no os ponemos personas, es la medida de un yogur.
Esta cremita si tenemos la suerte de tener una buena temporada recolectora de setas, aún será más aromática. Pero con los ceps deshidratados también queda muy rica. La podemos utilizar como acompañante de un buen bistec o entrecot hecho a la brasa y antes de servir lo regamos con la crema calentita, ummmm que rico. Y en casa como nos gusta mucho las setas y la pasta, si mezclamos las dos cosas nos quedará un plato de pasta con crema de ceps para chuparse los bigotes. Si la utilizamos para acompañar la pasta utilizaremos el doble de ingredientes que os he puesto en la receta.
Ya hace muchos años que un amigo argentino me enseñó a hacer esta masa para pizza, que una vez que la pruebas no puedes dejar de hacer. El olor a pan que sale del horno es tan bueno que no puedes esperar a que las pizzas se cocinen. Con estos ingredientes os saldrán dos pizzas tamaño bandeja grande de horno, pero si queremos las podemos hacer individuales y congelarlas, o la masa en crudo o ya horneada, y así, si nos apetece una pizza casera, la podemos preparar fácil y rápidamente. El tiempo de preparar la masa son 15 minutos. Dejarla subir es aproximadamente 1 hora.
Con esta sencilla y rápida tortilla de atún en conserva puedes tener un desayuno lleno de proteínas, una cenita rápida al llegar del trabajo o para preparar un delicioso pastel de tortilla, para celebrar cualquier cosa con la familia o amigos. Sólo hay que tener en cuenta que si queremos que sea para una dieta podemos utilizar el atún al natural.
Con esta sencilla tortilla de espinacas vamos a recibir un aporte de minerales, vitaminas, proteínas y calcio. Además las espinacas nos dan un aporte de fibra extra que acompañado con los beneficios del ajo como pueden ser para nuestro corazón y su poder antinflamatorio hacen que esta sencilla tortilla con su aroma sea un plato más a disfrutar en nuestra cocina.
Con esta tortilla vamos a juntar las proteínas, los antioxidantes y los minerales como el hierro y el zinc que contiene el huevo con una de las legumbres más completas que hay como son las judías blancas. Las judías también tienen un alto contenido en hierro, potasio, vitaminas y hidratos de carbono de asimilación lenta por eso con esta tortilla podemos preparar un buen desayuno para empezar la mañana con fuerza. La acompañamos con unas rebanadas de pan con tomate y una ensalada y nos servirá para el tupper de la oficina.
La tortilla de patatas ya sea acabada de hacer, templada o incluso fría nos la comemos en un santiamén. Es una receta sencilla, de las de toda la vida y aunque la tortilla de la abuela no hay quién la supere, si freímos las patatas a fuego lento y con mucho amor nos quedará una tortilla jugosísima y muy rica. En esta ocasión no la hemos hecho muy gruesa pero si duplicamos los ingredientes nos quedará una señora tortilla para poder servir unas buenas porciones.
Para hacer este caldo he utilizado pescado de roca y unas galeras, pero si queréis que os salga un poco más económico, cuando compramos pescado, como la merluza o los gallos, y pedimos que nos quiten las espinas y la cabeza, que el pescatero no las tire. Se congelan y para hacer un buen caldo de pescado van perfecto.
