Ya hace mucho que en casa comemos estos buñuelos. Los hice por primera vez para que comieran los niños verdura y efectivamente fueron un éxito. Cuando los voy haciendo y los pongo a escurrir, desaparecen de la cocina por arte de magia!!! Si los hacéis con espinacas frescas tienen un poco más de trabajo, pues hay que lavarlas bien y cortarlas pero vale la pena. Espero que os gusten y os animéis a hacerlos.

Esta receta puede servir para varias cosas. Las podemos comer así solas en una cenita ligera acompañadas de unos cherry o las podemos tener preparadas y en un momento dado poder hacer una tortilla o unos buñuelos de espinacas por ejemplo. Si os da pereza o no tenéis tiempo, que es lo más probable con la vida que llevamos, las podéis hacer congeladas que también tienen un buen resultado y nos ahorramos el trabajo de lavar y cortar.

Esta receta de quiche la hice por primera vez para aprovechar un manojo de “calçots” que no había gastado el fin de semana (para quién no lo sepa son una cebolletas tiernas que tradicionalmente se hacen a la brasa) y no quería que se echasen a perder. Pensé, igual que hacemos quiche con cebolla vamos a probar con esto. Y el resultado fue espectacular! En casa gustó mucho, pues los “calçots” limpios y pelados están de lujo! No es una receta difícil pero ya veréis que buen resultado os da. Con los ingredientes que os he puesto esta receta sería para 2 personas, si se acompaña de una ensaladita, cena redonda!